Entrevista por Tessa Galeana
A las mujeres nos imponen estereotipos femeninos para complacencia de la mirada masculina, nos remarcan la idea de que nuestro cuerpo está mal, con la cantidad de productos de “belleza” que lanzan al mercado y que nosotras consumimos sin una toma de consciencia.
El cuerpo de las mujeres sucumbe a la simbología y discursos de odio, entre ellos: “estar en un cuerpo equivocado”. El cuerpo de las mujeres nunca está en un buen lugar, siempre está feo o errado y, es así, que se habla de la “disforia de género” y de la obligación de transicionar para tener “el cuerpo correcto”, según la sociedad patriarcal y misógina.
Pero ¿qué sucede cuando las mujeres se dan cuenta que no están en el cuerpo equivocado? Como el caso de Mahir Yeisy, una mujer peruana que actualmente se encuentra de-transicionando. A continuación, te invito a conocer parte de su historia.

¿Qué edad tenías cuando creíste tener un cuerpo equivocado?
A los 4 años, mi abuela salió a realizar las compras, me quedé sola en casa por media hora aproximadamente. Aproveché en inflar un globo y me los puse entre mis piernas (simulador de un pene), mi cabello lo escondí tras un gorro y me puse bivirí y short, me vi al espejo y me sentí un “niño muy feliz”.
¿Quién te motivó para tomar hormonas?
El discurso ‘cuir’ (queer). Las historias de unas ‘compas’ que hicieron todo el proceso y sus cambios fueron muy rápidos físicamente y, supuestamente, era todo felicidad y no había consecuencias.
¿Contaste con el apoyo de tu familia todo el tiempo?
Mi madre tenía miedo de mi transición, ella quería a una mujer no a un “hombre” y le daba pánico que yo mutilara mi cuerpo sano.
¿Qué sucedió para que te dieras cuenta de que no estabas en el cuerpo erróneo?
Cuando tenía 16 años, una novia me miró fijamente a los ojos, me tomó de las manos y con todo el amor, que en ese entonces sentía, me dijo: “Yei, yo amo a una mujer NO a un hombre”. Me hizo reflexionar, no quería que la relación terminara, sin embargo, aún no tenía ningún conocimiento del ‘radfem’ (Feminismo radical).
¿Cómo fue tu acercamiento al feminismo?
A los 19 años, una compañera me invito a una asamblea de feministas radicales, yo realmente ignoraba todo, ahí encontré el apoyo que necesitaba y fueron ellas mismas las que, con radicalidad, me dijeron que yo nunca sería hombre. Me brindaron herramientas de apoyo y realmente me salvaron.

Desde tu vivencia ¿qué representa detransicionar?
Volver a ti, regresar a tu ser mujer, amarte, armarte, aceptarte tal cual.
El transactivismo realmente me dañó demasiado emocionalmente, ya que yo me sentía hombre (él/elle) y a la quinta hormonización lo rechacé. Mi agradecimiento eterno a las mujeres radicales que estuvieron en el momento indicado para apoyarme y no dejar que siga cayendo en las redes ‘cuirs’ que me querían mutilada y enferma.
¿Te han atacado grupos transactivistas por tu detransición?
Sí, mis compas que ahora se nombran “hombres trans” me cerraron las puertas de sus colectivos. Y, por los grupos de Facebook, hace más de un año vivo acosada, hostigada y violentada.
¿Qué opinas ahora de tu cuerpA?
La miro y la amo, aún sigo sanando, es muy difícil el proceso de aceptación, pero sé que falta poco para lograrlo y ello me hace feliz.

¿Cómo te sientes con tu ser-mujer ahora?
La amo tal cual, amo ser lesbiana y amo amar a otra mujer, sin dejar de renunciar a mi ser mujer para hacerlo.
¿Qué le dirías a las niñas y adolescentes respecto a todo esto?
Que no existen las infancias trans felices, que es un engaño transactivista, que necesitamos terapias psicológicas, amarnos y las herramientas que encontramos en el ‘radfem’, que, si yo pude salir de ahí, tú también.
Puedes contactar a Mahir a través de su perfil de facebook: https://www.facebook.com/tagu.francia
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