REFLEXIONES FEMINISTAS

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Por Maura Hernández, Alumna 1ª Generación LunaEPF

Sábado 4:00 pm.

Tengo mucho sueño, estamos a 36 grados y 36 grados ya es demasiado para mí, quisiera dormir, acomodarme en el sillón color mostaza, es amplio y suave; el ventilador del techo ayuda bastante y podría encender el aire acondicionado del comedor… Pero algo tan simple, tan ordinario, tan sin chiste, en estos momentos es un lujo que no me puedo dar.

Tania durmió muy bien mientras estaba en mi clase en línea, despertó contenta, comió bien, así que su energía está en el nivel más alto del día, todavía no camina pero su gateo es veloz. Y yo veo posibilidades de peligro en todas partes: las esquinas de las paredes, el barandal, los restos de dulces que podrían haber dejado sus primos y su hermana, la escalera. No puedo quitarle el ojo de encima, pero tengo tanto sueño, se dirige a la terraza, insiste en abrir el mosquitero, le ayudo, me voltea a ver con su sonrisa encantadora, luciendo sus ocho dientes a plenitud, siento cómo me envuelve con su mirada azul cielo y yo estoy tan agotada. La observo, es realmente hermosa, no puedo evitar sentir satisfacción cada vez que me dicen que parece muñeca, pero a esa sensación de satisfacción le sigue un dolorcito en el estómago, una preocupación, un temor y muchas dudas ¿Seré capaz de guiarla adecuadamente para que se defina a sí misma, a partir de lo esencial y no lo superficial?

Apenas unos días atrás, una mujer le dijo alegremente: “güera hermosa, en unos años muchos muchachos te van a querer robar…” Me zumbaron los oídos y me estremecí ¿es el momento adecuado para decirle a esa mujer que esa idea es totalmente machista y patriarcal, que las mujeres no somos cosas que cualquiera puede venir y tomar, que el valor de mi hija y el de ninguna mujer, está determinado por lo “deseable “ que sea para los hombres?  ¡Caray! Creo que sí era el momento adecuado, pero no lo hice, me limité a guardar silencio y cambiar de tema.

Y el calor sigue, el sudor sigue, tan sólo espero poder hilar algunas de estas ideas para cumplir con la actividad asignada, creo que debería traer una libreta y una pluma todo el tiempo.

Empieza a llover, los árboles parecen bailar agradecidos, veo las gotas caer con velocidad, con ritmo, con armonía, con belleza… quisiera que mis ideas fluyeran así, quisiera que mis ideas refrescaran, alimentaran, que germinaran en algo más ¿Qué algo? No lo sé.

Naty sale a mojarse con la lluvia, yo me quedo observando, cargando a Tania, protegidas, el olor a tierra mojada se impregna en la ropa, se  me impregna en los ojos.

Cesa la lluvia y el calor sigue, el cansancio sigue, las ideas siguen, la vida sigue.

Ago 10, 2020 | Feminismo Radical

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